Italia se encuentra en un escenario de gran incertidumbre tras un giro brusco en su dirección técnica, marcado por la salida de Luciano Spalletti, quien incluso anunció su despedida antes del último partido, dejando en evidencia la magnitud de la crisis que golpea a los tetracampeones del mundo. Ahora, con Gennaro Gattuso al mando, los Azzurri intentan reconstruir una identidad futbolística que se ha visto debilitada tras un inicio muy negativo en las eliminatorias, donde los errores y la falta de cohesión fueron protagonistas. En este contexto, más allá de lo táctico, el aspecto psicológico jugará un papel decisivo, ya que la capacidad de reacción del grupo será clave para revertir la situación y recuperar la confianza necesaria de cara al duelo frente a Estonia.
Estonia sigue aferrada a la ilusión de alcanzar por primera vez una clasificación a un torneo internacional de gran envergadura, manteniendo vivas sus esperanzas con los tres puntos conseguidos en el Grupo I. Al mando de Jurgen Henn, la selección báltica ha mostrado un crecimiento competitivo al plantar cara frente a rivales de nivel similar, siendo su triunfo ante Moldavia la prueba más clara de que posee argumentos para soñar. Aunque el camino no es sencillo y las posibilidades son limitadas, este resultado mantiene matemáticamente abiertas sus opciones y alimenta la motivación de un plantel que busca escribir una página histórica en el fútbol estonio.
