Haití atraviesa una etapa de contrastes, pues si bien sus jugadores han mostrado un notable compromiso que les permitió regresar a la Liga A de la CONCACAF Nations League, su desempeño en la Copa Oro dejó muchas dudas. En dicho torneo no lograron conseguir ninguna victoria, a pesar de enfrentar a selecciones como Trinidad y Tobago y Arabia Saudita, que no representaban un desafío de primer nivel. Esta dualidad refleja tanto la capacidad del equipo para alcanzar logros importantes en el ámbito regional, como las limitaciones que aún enfrenta para competir con regularidad en escenarios de mayor exigencia, lo que evidencia la necesidad de mayor consistencia para consolidar su crecimiento.
Honduras sorprendió en la última Copa Oro al superar las expectativas y alcanzar las semifinales, donde complicó seriamente a México antes de caer ajustadamente por 1-0, demostrando carácter y solidez competitiva. Este desempeño genera optimismo de cara a las eliminatorias, donde la “H” buscará mantener ese nivel para disputar con Costa Rica el liderato del Grupo C. Sin embargo, el proceso no está exento de polémicas, ya que las decisiones tácticas de Reinaldo Rueda continúan generando debate, siendo la más evidente la constante suplencia de Luis Palma, un jugador que muchos consideran clave para potenciar el ataque catracho. En este contexto, la selección hondureña encara el desafío de equilibrar resultados y gestión interna para consolidarse como protagonista en la región.