El Bayern Múnich atraviesa un estado de forma sobresaliente bajo la conducción de Vincent Kompany, encadenando cinco victorias consecutivas en competiciones oficiales que reflejan tanto la solidez colectiva como la jerarquía individual de su plantel. Entre estos triunfos destacó la contundente goleada frente al Hamburgo, un partido que no solo reafirmó su poder ofensivo, sino que también permitió rotar piezas y dar descanso a jugadores clave, asegurando que el equipo llegue en óptimas condiciones físicas a este compromiso. En el plano individual, Harry Kane se ha consolidado como referente del ataque con 10 goles, mientras que Michael Olise ha sorprendido con 11 tantos en todas las competiciones, confirmando la enorme profundidad ofensiva de los bávaros. Esta combinación de regularidad, frescura y capacidad goleadora convierte al Bayern en un rival temible y en claro aspirante a seguir marcando diferencias en el máximo nivel europeo.
El Chelsea afronta este regreso a la Champions League con un panorama marcado por cierta irregularidad, ya que si bien marcha en la quinta posición de la Premier League con un registro de 2 victorias, 2 empates y ninguna derrota, ha dejado escapar puntos frente a rivales de menor jerarquía, lo que ha generado dudas en torno a su regularidad competitiva. No obstante, el regreso a la máxima competición europea tras dos años de ausencia se vive con enorme expectativa, especialmente después de conquistar recientemente el Mundial de Clubes ante el PSG, un título que refuerza la confianza del plantel y alimenta la ilusión de volver a ser protagonista en el continente. Con estos antecedentes, los Blues llegan con una mezcla de ambición y responsabilidad, sabiendo que tienen la oportunidad de reivindicarse en un escenario donde históricamente han sabido imponerse.