Surinam enfrenta el reto de sostener el nivel mostrado en la Copa Oro, donde, a pesar de no sumar victorias en la fase de grupos, dejó una grata impresión por su carácter competitivo frente a rivales de peso como Costa Rica y México. Este desempeño refleja un equipo que, aunque aún en construcción, posee la capacidad de complicar a selecciones con mayor tradición futbolística. No debe pasarse por alto que en las eliminatorias mundialistas cerraron la segunda fase como líderes del Grupo F, superando con autoridad a El Salvador, lo que confirma que no se trata de un conjunto débil, sino de una selección con crecimiento y proyección que buscará consolidarse en el panorama internacional.
Panamá continúa consolidándose como una de las selecciones más competitivas de la región, respaldada por el trabajo del técnico Thomas Christiansen, quien ha sabido darle identidad y solidez al conjunto “Canalero”. Si bien en la Copa Oro no lograron superar los cuartos de final, el equipo dejó en claro su fortaleza ofensiva durante la fase de grupos, lo que evidencia un progreso sostenido en su propuesta futbolística. Sin embargo, este crecimiento trae consigo mayores exigencias, y la afición empieza a demandar resultados más contundentes en las eliminatorias, pues de no reflejar un dominio claro, la paciencia hacia el proceso podría verse comprometida, a pesar de los avances ya alcanzados en el camino.