El Bayer Leverkusen ha tenido un inicio de campaña lleno de dificultades, marcado por un empate 3-3 frente al Werder Bremen y una dolorosa derrota 2-1 ante el Hoffenheim, resultados que llevaron a la directiva a tomar la drástica decisión de prescindir de Erik ten Hag. En su lugar, el club confió el proyecto al danés Kasper Hjulmand, un entrenador que combina una sólida disciplina táctica con la capacidad de otorgar libertad creativa en el ataque, buscando revitalizar a un plantel que atraviesa una clara etapa de transición. La llegada de Hjulmand representa no solo un cambio en el banquillo, sino también una oportunidad de reestructurar la identidad futbolística del equipo, con la intención de recuperar competitividad, mejorar la confianza del grupo y darle un nuevo rumbo a una temporada que, pese a los tropiezos iniciales, aún ofrece margen para corregir el rumbo y aspirar a mejores resultados.
El Eintracht Frankfurt ha tenido un arranque de temporada casi impecable, logrando victorias consecutivas que lo han impulsado hasta la segunda posición de la tabla, reflejando el buen trabajo de Dino Toppmöller, quien ha sabido equilibrar una estructura táctica sólida con una contundente efectividad ofensiva. En este contexto, el japonés Ritsu Doan se ha convertido en la gran figura del ataque, anotando cuatro goles en apenas dos encuentros, mientras que el joven mediocampista Hugo Larsson ha captado la atención de importantes clubes europeos gracias a su madurez, serenidad en la conducción y creatividad para generar juego. Este inicio no solo ilusiona a la afición con una temporada prometedora, sino que también confirma que Frankfurt está consolidando una identidad competitiva capaz de aspirar a pelear en los primeros puestos y proyectarse con ambición en el panorama continental.